Cabecera

Cabecera

martes, 10 de febrero de 2015

La oscuridad.

Buenos días Lecturalizados,

Hoy os traigo un microrrelato que ha surgido de la nada, con la inspiración que me ha aportado la siguiente foto que os muestro. Se trata de una fotografía que hice este verano en mi visita a los refugios de la Guerra Civil en Almería, construidos por Guillermo Langle. No sólo me impresionó la obra arquitectónica sino el pequeño documental que pudimos ver antes de la visita, en el que algunos almerienses relataban su experiencia personal bajo aquellos túneles.

Espero que lo disfrutéis.

Refugios de la G.C. de Almería

"Abrí los ojos lentamente, despacio, sintiendo el peso de mis párpados y las pestañas levantándose levemente. Abrí los ojos y solo pude ver oscuridad, la oscuridad más absoluta y el frío de aquella noche de reyes en la que mi madre me había sacado de la cama en pijama. Respiré, pero el aire estaba muy cargado, olía a humedad, olía a mar, olía a miedo. Pero dentro de aquella oscuridad escuché, atento, como mi madre susurraba palabras de tranquilidad en mi oído, palabras que se escapaban de su boca tensa por la incertidumbre, pero no sólo se escuchaba su voz, sino también la de otros muchos refugiados. Niños llamando a sus madres, padres llamando a gritos a sus hijos. Un avión debió cruzar el cielo y un estallido hizo que todas aquellas voces contuvieran el aliento, todos juntos, como uno solo. Las paredes y el techo del túnel temblaron y yo sin poder remediarlo me aferré al cuello de mi madre. Pronto volvieron a escucharse los sollozos y los gritos de amargura, de dolor. Del exterior se filtraba a pequeñas ráfagas las angustias de los que no pudieron llegar a tiempo para bajar. Aquella noche de reyes nadie tuvo regalos, ni los niños ni los adultos. No sé cuanto tiempo pasamos allí abajo, no sé si fueron minutos u horas, pero aquella noche dejé de ser un niño."

No hay comentarios:

Publicar un comentario