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domingo, 8 de febrero de 2015

El monje que vendió su Ferrari

Buenos días Lecturalizados,

Hoy os traigo la reseña de una fábula muy especial. Un fábula espiritual escrita por Robin S. Sharma que me regalaron estas navidades. Había oído hablar de esta novela en alguna ocasión y la verdad me despertaba curiosidad, así que cuando una amiga me habló de ella y más tarde me la regaló, no pude alegrarme más.

Primero me gustaría hablaros brevemente del escritor.

Foto extraída de Wikipedia.
Robin S. Sharma nació en 1965 y se licenció en la universidad de Dalhousie en la rama de derecho. Ejerció como profesor durante varios años hasta continuar su carrera como abogado. Finalmente pasó a convertirse en un entrenador de liderazgo bastante reconocido en su país. Gracias a esta última faceta de su carrera profesional, realiza charlas sobre desarrollo personal y profesional en diferentes países del mundo, así como libros y novelas espirituales y de superación personal.

¿Por qué os hablo tanto del autor? Sencillamente porque en esta pequeña novela podemos encontrar pinceladas de su vida.

Resumen

Julian Mantle es un exitoso abogado con una vida repleta de lujos: coches, una gran casa, prestigio y reconocimiento. Pero carente de otras muchas cosas: vida saludable, amor de familia, amigos verdaderos y sobretodo una gran falta de madurez espiritual. Todo comienza a cambiar cuando en medio de un juicio sufre un infarto. Julian desechará por completo sus lujos anteriores para llenar ese vacío existencial mejorando su estilo de vida. Viajará al Himalaya donde aprenderá, de la mano de unos sabios, a reforzar su espíritu y contactar con su YO interior.

Nos encontramos con una fábula espiritual dinámica y sencilla. Para ser leída y comprendida por cualquier tipo de edades. Con unos personajes muy estudiados y unos consejos bien definidos, nos adentramos en el mundo del reconocimiento interior, personal. No debemos pensar que es una novela de autoayuda, debemos saber distinguir entre ese concepto y el que se plantea en libros como el que os traigo. Un libro de espiritualidad nos da lecciones para comprendernos a nosotros mismos, para desechar toda la paja que hay en nuestro mundo y quedarnos con lo que realmente importa. El desarrollo personal y espiritual lo encontraremos en lo que Julian llama: Las siete virtudes imperecederas de la vida esclarecida.
  1. Dominar la mente.
  2. Seguir el propósito.
  3. Practicar el Kaizen.
  4. Vivir con disciplina.
  5. Respetar el propio tiempo.
  6. Servir desinteresadamente a los otros.
  7. Abrazar el presente.
Aunque mi conclusión personal es mucho más simple: deja de creerte tan importante como para que tus problemas sean los únicos a los que des importancia. Saber aprender de todas y cada una de las situaciones de la vida, sacar esa parte positiva incluso a las grandes complicaciones que se nos presenten, dar gracias hasta por lo más insignificante, ayudar a aquellos que más lo necesitan y vivir cada día como si fuese el último. 

Una fábula no sólo para leer sino para estudiar, para subrayar y analizar. Para comprender.

Recomendado para todos aquellos que deseen ver la vida como un precioso camino lleno de pétalos y no de espinas.

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