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lunes, 23 de junio de 2014

Dios vuelve en una harley

¡Buenos días Lecturalizados!

En primer lugar quisiera disculparme por desatender el blog durante un mes, pero se han producido muchos cambios a mi alrededor y he tenido que dejar a un lado, momentáneamente, algunas cosas. Pero como no os pienso abandonar, ya estoy de vuelta.

Me reencuentro con vosotros la noche de San Juan, una noche muy mágica, para traeros la reseña de un libro que leí recientemente y que había oído hablar mucho de él, pero nunca había podido hacerme con un ejemplar. El libro llegó de la mano de mi tía Rosa y en un momento clave para mí.

Os hablo de: Dios vuelve en una Harley de Joan Brady.

Treinta y tantos, con un físico que ha descuidado, un trabajo que no le llena y soltera. Así llega a nuestras vidas Christine, la protagonista de nuestra historia. En primer lugar podemos pensar que es una mujer desgraciada y desde luego ella así lo cree. Su mayor preocupación es su físico y no encontrar al hombre de su vida. Muchas mujeres pueden sentirse identificadas con el personaje pero, ¿Cómo cambiamos la vida de Christine?

La historia comienza con su pequeño micromundo, todo parece un desastre y nuestra protagonista siente sobretodo un apremiante anhelo por encontrar al hombre de su vida. Una noche, una de esas noches en las que ya no puedes caer más bajo, se presenta ante ella un tipo muy peculiar, llamado Joe, que dice ser Dios. Christine siente que ya no tiene nada que perder, con lo que confiará en él y en su tabla de mandamientos particular, 6 reglas que cambiarán su vida.

Christine dejará a un lado sus propios prejuicios, aprenderá a quererse a sí misma, aprenderá a respetar su físico y a que los demás lo respeten, dejará de enfocarse en sus problemas para ayudar a los demás, comenzará a descubrir que la vida y la felicidad no pasan por una casa preciosa o un trabajo bien remunerado y sobretodo que la felicidad no depende de una pareja, sino de uno mismo.

Dios vuelve en una Harley es un pequeño libro de autoayuda, aunque en realidad tampoco lo terminaría de clasificar en dicho género. Creo que no es un libro de autoayuda propiamente dicho, sino un libro con pinceladas de metafísica.

Con una lectura muy ágil y amena, con tremendas ironías sobre la vida y unos personajes que casi podemos palpar por la realidad que nos cuentan. Con un lenguaje sencillo y muy bien escrito.

Un libro para aprender a desprendernos de todo lo material y ver la belleza de la vida en las pequeñas cosas que nos brinda.

Una puesta de sol, las flores de nuestro jardín, un paseo por la playa, acariciar a nuestra mascota...

Creo que es una historia que debería leer todo el mundo, amantes o no de la lectura. Es una lección de vida tras otra. Pero sobretodo para aquellas personas que creen que no disfrutan de la vida, que creen no ser felices.


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